EL FENÓMENO DE LA INTERTEXTUALIDAD EN LA "ODA A WALT WHITMAN" DE PABLO NERUDA.

 


© Ana María Julio
Profesora de Castellano,
Licenciada en Educación y
Magíster en Literatura Hispánica. [1]

 
La convocatoria a la que nos invita la lectura de un texto está mediada por diversas aproximaciones, una de ellas es el proceso de lectura como un instrumento de análisis. Desde esta perspectiva y tomando en consideración los planteamientos de la estética de la recepción que confiere al lector un lugar privilegiado, abordamos, en breve análisis, el fenómeno de la intertextualidad en el discurso poético de Neruda Oda a Walt Whitman, que forma parte del texto, Nuevas Odas Elementales, (1955), tratando de problematizar el mito o la realidad en que se ha inscrito al poeta y su discurso escritural en  un marco de poesía sencilla para  gente sencilla.  

Neruda, como poeta histórico, es un proceso y, en este sentido podemos afirmar que son muchos Nerudas los que se conectan con los distintos escenarios de su vida  e historia. Neruda, como poeta, desde Crepusculario, (1923) hasta su obra póstuma, Para nacer he nacido,(1981), ha recorrido con su poesía abarcadora diversos ámbitos; como poeta de los años’20, su poesía trascendentalista, amorosa, metafísica; como poeta de los ’40, Residencia en la Tierra,, ( I, 1925- 1931; II, 1931- 1935;III, 1947), su poesía tiene la marca existencial de una visión desolada del mundo y de la vida, (Guerra Civil Española, 2ª. Guerra Mundial); Neruda de los años ’50, ingresa al partido comunista y se hace cargo de una concepción social-histórica y política de la realidad. Publica Canto General, una versión poética- histórica que abarca desde antes de la Conquista hasta el presente. El último Neruda se desenfada del formalismo y la retórica, juega en sus Libro de las Preguntas, publica sucesivamente Odas Elementales, 1954; Nuevas Odas Elementales; 1955; Tercer Libro de Odas,1957; Estravagario, 1958; hasta sus Memorias, Confieso que he vivido,1974.  

La extensión y envergadura de su obra nos da una concepción histórica del poeta y de la literatura.

1.  La compleja Sencillez del Poeta  

Quienes afirman que, supuestamente, las Odas Elementales de Neruda tienen la intencionalidad poética de ser un canto a las cosas sencillas y un hacer poético para hombres sencillos, en parte se justifica. Neruda, como poeta, es un proceso y, como tal, debe ser entendido en toda su complejidad dialéctica y circunstancial. Pero su poesía va más allá de la ideología que profesa y su  sentido social trasciende y va hacia todos los hombres. Objetivamente, no se debe confundir su canto a las cosas sencillas y elementales con la forma en que su quehacer poético las expresa; “no siempre estas cosas elementales y sencillas son expresadas tan sencillamente”[2]   

No es fácil entrar a la casa de las Odas de Neruda, sin ir acompañado de un lector- medianamente- informado y de un código lingüístico elaborado que confiera la cultura necesaria para comprender el sentido de su creación poética. 

Se ha dicho que la casa del hombre es el lenguaje, “es el territorio en el cual se desenvuelve y el lugar donde la realidad se des-cubre”[3] Pero una casa con muchas habitaciones estratificadas. Sin códigos culturales elaborados, un texto puede ser una puerta cerrada.  

Aquí estamos hablando de un lenguaje poético con la sencillez que puede ostentar un poeta maduro, consagrado y de reconocida trayectoria, y un discurso poético que tiene la claridad que le  confiere el oficio y el talento que ha pasado por un largo proceso.     

Así se puede apreciar en el poema La Casa de las Odas  (pp.7), Nuevas Odas Elementales, que inaugura este texto:

yo destroné la negra monarquía,
la cabellera inútil de los sueños,
pisé la cola
del reptil mental,
y dispuse las cosas
-agua y fuego-
de acuerdo con el hombre  y con la tierra.  

No se puede negar la intencionalidad poética del hablante lírico y su humanitaria y concreta manera de tocar al hombre en su más elemental envergadura, pero como visión totalizadora y no sesgada.
 
Quiero que todo
tenga
empuñadura,
que todo sea
taza o herramienta.
Quiero que por la puerta de mis odas
entre la gente a la ferretería.
                                  (pp.8)  

Según la crítica, “Neruda parece inscribirse en la línea más clara, más pura, de un neoclasicismo perdido en las primeras décadas del siglo XIX”, y que el poeta vuelve a recuperar, “es la suya, ahora, una poesía que enseña, que muestra y describe, que extrae conclusiones, que adoctrina, corrige o estimula”[4]  

Pero el sentido didáctico de su discurso no es enseñar, sino más bien dirigir la atención del sujeto hacia la belleza de las cosas sencillas para redescubrirlas. Aquí lo didáctico no tiene retórica, es más bien un juego, una manera lúdica de tocar la materialidad cotidiana. Así en la Oda a los Calcetines (pp.31)
 
Y es ésta
la moral de mi oda:
dos veces belleza
la belleza
y lo que es bueno es doblemente
bueno
cuando se trata de dos calcetines
de lana
en el invierno.

O en la Oda al Cacto de la Costa (pp27): 

Pequeña
masa pura
de espinas estrelladas,
cacto de las arenas,
enemigo,
el poeta
saluda
tu salud erizada:
 

2.  El Fenómeno de la Intertextualidad en la Oda a Walt Whitman 

El fenómeno de la intertextualidad en la Oda a Walt Whitman va más allá del recurso poético, es celebración y homenaje al Gran Bardo de la Democracia y a su obra Hojas de Hierba (1855-1891). 

Neruda canta al mundo y a sus hombres, tal como Whitman y así lo reconoce y lo celebra en su oda: 

Yo no recuerdo
a qué edad,
ni dónde,
si en el gran Sur mojado
o en la costa
temible , bajo el breve
grito de las gaviotas,
toqué una mano y era
la mano de Walt Whitman:
pisé la tierra
con los pies desnudos
anduve sobre el pasto,
sobre el firme rocío
de Walt Whitman.
                (pp.175) 

“Bajo el breve gritos de las gaviotas”, y “sobre el firme rocío”, de este modo los elementos del mundo material, constituyen la concretización de lo abstracto. Es aquí donde el hablante lírico encuentra la esencialidad del hombre y es allí donde sitúa a Whitman. 

Durante
mi juventud
toda
me acompañó esa mano,
ese rocío,
su firmeza de pino patriarca, su extensión de pradera,
y su misión de paz circulatoria.
….                             (pp.175) 

Aquí la estructura del poema (verso 6) se extiende en el verso para reforzar la idea de vastedad y es orgánica y vegetal la simultaneidad de la imagen metafórica, se funde entre la idea de libertad y el anhelo de paz que con sangre o savia circula en la figura mítica y patriarcal con que se dimensiona al poeta de América del Norte y es reconocido por la voz poética como padre o maestro: 

Sin
desdeñar
los dones
de la tierra,
la copiosa
curva del capitel,
ni la inicial
purpúrea
de la sabiduría,
me enseñaste
a ser americano,
…(pp.175) 

Whitman, con la vigorosa e intensa voz poética de Norteamérica, en la utopía de su gran obra, sueña, canta y anhela la democracia que tardaría mucho tiempo en llegar a su país. 

Y en estos versos, la voz poética de Neruda registra y transforma con claridad y altura singular, la referencialidad biográfica de Whitman, quien trabajó sus versos con la materia vívida del hombre-“quien toca este libro toca un hombre”- y expresó con vehemencia sus ideas antiesclavistas: 

Pero no sólo
Tierra
sacó a la luz
tu pala;
desenterraste
al hombre,
y el
esclavo
humillado
contigo,
balanceando
la negra dignidad de su estatura,
caminó conquistando
la alegría.
   …(pp.176).
 
Texto y contexto se unen en este diálogo intertextual. Aquí su referente directo es la biografía del poeta y su obra. Whitman, en las diversas épocas de su vida, ejerció los más variados y disímiles oficios: Fue maestro de escuela, carpintero, director de periódico, empleado público y enfermero de hospitales. Durante la Guerra Civil de los Estados Unidos, (1861-1865), fue enfermero voluntario y recorrió incansablemente los campos de batalla, los hospitales militares de los Estados del Norte y del Sur, sin mostrar preferencias  

En la decodificación del discurso poético de la Oda, podemos encontrar el cómo esta referencialidad se plasma en poesía. Aquí, el hablante lírico da a su discurso una sublime sencillez; 

Pasó entre los soldados
tu silueta
de bardo, de enfermero,
de cuidador nocturno
que conoce
el sonido
de la respiración en la agonía
y espera con la aurora
el silencioso
regreso
de la vida.
        pp. (177)  

El poema que inaugura las Nuevas Odas  Elementales, La casa de las Odas (pp.7) nos entrega un código cronológico que tiene conexión directa con la última de las odas que da término al texto.

Escribiendo
estas
odas
en este
año mil
novecientos
cincuenta y cinco,
              … (pp.7) 

Retomando la Oda a Whitman, se puede comprobar la conexión cronológica de dicho código, que sirve de sustento para destacar la vigencia inmemorial del Bardo de la Democracia: 

Buen panadero!
Primo hermano mayor
de mis raíces,
cúpulas
de araucaria,
hace
ya cien años 
que sobre el pasto tuyo
y sus germinaciones,
el viento
pasa
sin gastar tus ojos.
             (pp.177) 

Nuevamente la intertextualidad se hace presente en los códigos Históricos. El asesinato del Presidente Lincoln (1864), que Whitman registra extensamente en su obra ( Oh’ , capitán, mi capitán! Nuestro espantoso viaje ha terminado”). Y la referencia bélica a la Segunda Guerra Mundial son hechos  importantes que se transforman en material poético, en reclamo poético en cesta extensa oda: 

Nuevos
y crueles años en tu patria:
persecuciones ,
lágrimas,
prisiones,
armas envenenadas
y guerras iracundas,
no han aplastado
la hierba de tu libro,
el manantial vital
y su frescura.
Y, ay¡
los
que asesinaron
a Lincoln
ahora
se acuestan en  su cama,
derribaron
su sitial
de olorosa madera
y erigieron un trono
por desventura y sangre
salpicado.
           (pp.177, 178)

El discurso poético que canta y que reclama en estos versos, Vuelve a tomar la materia referencial para elevar y homenajear la memoria del poeta que ha quedado plasmada en todos los rincones de su pueblo: 

Pero
Canta en
Las estaciones
Suburbanas
tu voz,
en
los
desembarcaderos
vespertinos
chapotea
como
un agua oscura
tu palabra,
tu pueblo
blanco
y negro,
pueblo de los pobres,
pueblo simple
como
todos
los pueblos, no olvida
tu campana:
(pp.178)

Finalmente, la oda se hace épica y se universaliza integrándose la voz poética de Whitman y el canto nerudiano de esta oda en el diálogo fraterno: 

Se congrega
cantando bajo
la magnitud
de tu espaciosa vida:
entre los pueblos con tu amor camina
acariciando
el desarrollo puro
de la fraternidad sobre la tierra
                                  (pp.178)



Bibliografía 

·         Aguirre, Margarita. Genio y figura de Pablo Neruda. Editorial Universitaria, Bs. Aires, 1964 

·         Alexander, Francisco. Walt Whitman, Hojas de Hierba,  Ed. La Casa de la Cultura Ecuatoriana, Quito, 1953. 

·         Alonso, Amado. Poesía. Poesía y Estilo de Pablo Neruda: Interpretación de una poesía  hermética. Ed. Sudamericana, Bs, Aires1951.2da.edición. 

·         Cohen, J M.  Poesía de nuestro tiempo, Breviarios F de la Cultura, México, 1953. 

·         Eagleton, Terry. Una introducción a la teoría de  Literatura. F.C.E., México, 1988. 

·         Ibañez Langlois, José Miguel, Poesía Chilena Hispanoamericana Actual. Ed. Nascimento,  Santiago, 1975. 

·         Jofre, Manuel Alcides, Tentando Vías: Semiótica, Estudios Culturales y Teoría de la Literatura, Ed. Univerdad Católica Blas Cañas, Santiago de Chile, 1975

 
·         Loyola, Hernán. Los Modos de Autorreferencia en la  obra de  Pablo Neruda, Ediciones de la Rev. Aurora, Santiago de Chile, 1964. 

·         Raby, Astrid. “Whitman y los Victorianos” Rev. Atenea, XXXVI, 386; 95-107, oct., dic. 1954. 

·         Rodriguez Monegal, Emir. El Viajero Inmóvil; Introducción a Pablo Neruda, Ed, Losada, Bs. Aires, 1966.
 
·         Neruda, Pablo, Nuevas  Odas Elementales, Ed. Losada, Bs. Aires, 1955. 

·         Valdivieso, Jaime. “Neruda: Misión y Poesía”, Rev. Atenea, LIV, 397; pp. 65-80, jul-sep, 1963.



[1] El Libro “Rafael Alberti, Geografía Poética de la Nostalgia" fue su Tesis para optar al grado Académico. Obtuvo Mención Unánime en Pre-grado y Grado de Magíster. 
[2] Rodriguez  Monegal ,Emir. El viajero Inmóvil ,Introducción a Pablo Neruda, Ed.Losada, 1966.pp.13.
[3] Eagleton, Terry. Una introducción a la teoría Literaria, 1988.Fenomenología, hermenéutica, teoría. Pp,82-83. (Martín Heidegger).
[4] Rodriguez Monegal, Emir. El viajero Inmóvil, pp268.
 
 
 
 

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